DESCUBRE EL CAMINO IGNACIANO
Posted on junio 11, 2021
¿Cuántos caminos de peregrinación, más allá de Santiago, conoces en España? Hoy te presentamos una muy buena alternativa al popular y magnífico Camino de Santiago: El Camino Ignaciano.
¿Qué es el Camino Ignaciano?
El Camino Ignaciano es el recorrido que Ignacio de Loyola hizo por la península en su peregrinación a Tierra Santa. Partiendo desde Loyola, su objetivo era llegar hasta Montserrat en Barcelona. Este camino, casualmente, coincide en algunos tramos con el de Santiago, pero a la inversa. Es por ello que Ignacio de Loyola, cuando lo realizó en 1522, fuera encontrándose a medida que avanzaba con centenares de peregrinos que salían de Barcelona en dirección a Santiago.
En la actualidad, cuenta con 27 etapas que atraviesan el País Vasco, La Rioja, Navarra, Aragón y Cataluña hasta llegar a Montserrat. Al igual que en el Camino de Santiago, todo el camino está perfectamente señalizado y cuenta con todas las infraestructuras e instalaciones necesarias.
Pero, ¿quién fue Ignacio de Loyola?
Fue el fundador de la Compañía de Jesús. Su primera dedicación fueron las armas, siguiendo con la tradición familiar. Pero, tras resultar herido en la defensa de Pamplona contra los franceses, cambió por completo de orientación. Se retiró así a hacer penitencia y oración en Monserrat, donde empezó a elaborar sus ejercicios espirituales.
La importancia de la Meditación
La herencia más importante de San Ignacio de Loyola son sus ejercicios espirituales, una serie de plegarias vocales y mentales que lo ayudaron a deshacerse de tentaciones y pensamientos inútiles y a trabajar la salud de su alma.
Son muchos los expertos que proponen seguir estos ejercicios y, etapa tras etapa, plegaria tras plegaria, realizar un proceso de crecimiento personal.
El objetivo principal, según el Santo, es “Vencerse y ordenar la propia vida, sin determinarse por ninguna afección que sea desordenada.”
Desconectar de la vida cotidiana es uno de los retos principales. En las dos últimas etapas del Camino Ignaciano podemos encontrar espacios idóneos para el recogimiento interior: paisajes infinitos, senderos estrechos, imágenes evocadoras, pequeñas iglesias y ermitas.
Al final del recorrido, los espacios como la Santa Cova de Manresa pueden aportar satisfacción personal y gratitud, puesto que en ellos se ofrecen talleres y diferentes propuestas de formación espiritual.
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¡Buen camino!