Conoce Monte do Gozo

Posted on abril 22, 2019

El Monte do Gozo, en español Monte de Gozo y en francés Montjoie, es una colina de 380 m de altura ubicada en el Camino Francés, a 5 km de Santiago de Compostela.

Esta colina servía a los peregrinos como mirador de la ciudad de Santiago y su catedral. Quienes lo visitan se sienten colmados de dicha y gozo, lo que le da el nombre a este lugar.

El lugar fue bautizado Monte do Gozo desde la Edad Media, tras el afianzamiento de las peregrinaciones ultrapirenaicas. En el Codex Calixtinus ya era citado en latín como Mons Gaudii, mientras que los peregrinos franceses en ese entonces lo llamaban Montjoie. Del mismo modo lugares como Jerusalén, Roma y Oviedo tenían su Monte de Gozo desde donde los peregrinos podían observar la ciudad sagrada en todo su esplendor.

Historia

Las primeras referencias de este lugar sagrado datan del siglo XII. Su sitio más importante es una capilla para el culto situado en el lugar donde ahora se encuentra la capilla de San Marcos, la cual fue construida para ayudar a los peregrinos. En la Edad Media, el Monte do Gozo era parada obligada para los peregrinos que realizaban el Camino de Santiago. Estos debían pasar por el mirador antes de llegar a la Plaza de Obradoiro. Al llegar a la cima del Monte de Gozo y observar la ciudad desde allí, los peregrinos podían saber que estaban cerca de la catedral de Santiago de Compostela.

Se cuenta que en la Edad Media, el primer peregrino del día que llegaba a la cima del Monte do Gozo, era nombrado Rey de la Peregrinación por los demás peregrinos que caminaban con él.

También se cuenta que los peregrinos que llegaban a la cumbre y contemplaban la ciudad sagrada podían vencer los peligros que los acechaban durante la peregrinación. Pero aunque estos peligros están erradicados en la actualidad, en la Edad Media eran muy comunes las epidemias como la peste y los robos y asaltos de algunos bandidos.

Qué ver en el Monte do Gozo

El Monte do Gozo tiene muchas cosas que ofrecer a los visitantes. Es un recorrido inolvidable donde los visitantes podrán sentirse bendecidos.

Estas son las principales maravillas que hay que ver en Monte do Gozo.

Catedral

La Catedral es el punto más importante del Camino de Santiago. Su construcción se inició tras el descubrimiento de la Tumba. Es un templo de diseño románico con una planta de cruz latina, pero con el tiempo se le fueron incorporando elementos barrocos. Uno de sus principales atractivos es el Pórtico de la Gloria, un conjunto de esculturas románicas. Cerca de su fachada principal se encuentra la Plaza del Obradoiro, el punto de referencia de la ciudad.

Plaza de la Quintana

Está formada por la “Quintana de Vivos” (arriba) y la “Quintana de Muertos” (abajo), dividida por una escalinata. Se llega pasando por la Berenguela o Torre del Reloj, y la Puerta del Perdón, la cual solo se abre en los Años Santos. Está la Plaza de la Azabachería, llamada así por el gremio de los azabacheros. Aquí estaba situada la puerta románica conocida como Puerta del Paraíso. Por esta puerta entraban los peregrinos y se despojaban de sus ropas, las cuales dejaban a los pies de la “Cruz d´os Farrapos”, llamada así por los harapos que dejaban los peregrinos.

Monasterios de San Pelayo y Martín Pinario

Fue fundado por Alfonso II para custodiar la tumba del Apóstol, por lo que es una de las construcciones más antiguas de la ciudad. No menos importante es el monasterio Martín Pinario, que fue construido a raíz del oratorio que el obispo Sisnado dedicó a San Martín en el año 912.

Palacios

Cuenta con dos palacios, el de Galmírez y Rajoy, en el cual está situada la presidencia de la Xunta de Galicia y el Ayuntamiento Compostelano. También están los colegios de San Jerónimo y Fonseca, ambos fundados por Alfonso III en el siglo XV, y la Casa del Cabildo y de los Canónigos.

Convento de San Francisco

Este convento evoca una leyenda del lugar. Esta leyenda cuenta que San Francisco recibió una revelación divina en la cual se le encomendaba la misión de erigir un monasterio en “Val de Dios”, terreno que era propiedad del Monasterio de San Martín Pinario, el cual le cedió el terreno a cambio de que le entregara un cestillo de peces al año. En esta ceremonia los monjes de San Francisco entregaban este tributo a los de San Martín y perduró hasta finales del siglo XVII. Para financiar el proyecto debía financiarse con un tesoro hallado por Cotolay. El tesoro fue encontrado y la misión pudo ser concretada.

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